Una conversación con la Dra. Eva Flores Carmona, especialista en Otorrinolaringología en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.

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hearbetter: Si además de la hipoacusia hablamos de la sordoceguera, si esta es adquirida, se puede intervenir la pérdida auditiva de forma temprana con cirugía, prótesis e implantes. ¿Podría explicar con más detalle en que consistiría y cuáles son los pasos claves del proceso?

Dra. Flores: La sordoceguera es una deficiencia que compromete dos sistemas sensoriales complejos: el visual y el auditivo. “Por el evidente impacto vital de esta doble pérdida sensorial, las personas sordociegas tienen prioridad en cualquier programa de IC del sistema público.”

La pérdida auditiva puede ser parcial o total, lo que junto con la perdida visual ocasiona un importante detrimento en la comunicación y lenguaje, así como en la orientación y movilidad, y por lo tanto en la autonomía del paciente.

Como cualquier caso de hipoacusia, debe tratarse de manera temprana con prótesis auditivas, y en casos avanzados valorar la posibilidad de implante coclear. Para esta última, es necesario realizar una serie de pruebas audiológicas, de imagen y evaluaciones logopédicas con el fin de seleccionar a los candidatos adecuados a esta alternativa. Una vez que un paciente cumple los criterios necesarios para la colocación de un IC, esta opción requiere una intervención quirúrgica, de unas tres horas aproximadamente de duración en la que se introduce la parte interna del IC en el oído y bajo la piel.

Un mes tras la intervención, se procede a la activación del IC, que consiste en colocar la parte externa del mismo, mediante un imán, y la programación informática del dispositivo para comenzar la estimulación, es decir, la percepción de sonidos. La rehabilitación logopédica será fundamental en este momento para llegar a ordenar esos sonidos en el cerebro y conseguir entender el mensaje hablado. Este periodo se puede extender entre 3-6 meses y hasta un año en algunos casos.

hearbetter: ¿Hasta qué punto puede un IC mejorar la calidad de vida de las personas sordociegas?

Dra. Flores: Para una persona sordociega, la implantación coclear es abrir de nuevo una ventana al mundo. La recuperación de la audición le permite comunicarse y evitar el aislamiento social, facilita la inserción laboral, disminuye en gran medida el deterioro cognitivo del paciente y el desarrollo de enfermedades como la depresión.

hearbetter: ¿Existe alguna diferencia a la hora de tratar/ operar a un paciente con sordoceguera frente a alguien solo con pérdida auditiva?

Dra. Flores: En el tratamiento de la hipoacusia de personas sordociegas con IC no existe ninguna diferencia con respecto a las que solo padecen pérdida auditiva, las indicaciones son las mismas y la técnica quirúrgica no difiere en gran medida.

Sin embargo, por el evidente impacto vital de esta doble pérdida sensorial, las personas sordociegas tienen prioridad en cualquier programa de IC del sistema público.

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