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Mujer de edad avanyada con pérdida auditiva no tratada

La pérdida auditiva no tratada y sus consecuencias

General

La pérdida auditiva puede dar lugar a diversas enfermedades asociadas si las personas afectadas no hacen nada al respecto. Por el contrario, si la pérdida auditiva se trata adecuadamente, se pueden amortiguar sus efectos negativos y conseguir una mejor calidad de vida.

Cuando la audición se deteriora, se pierden otras cosas en la vida: contactos sociales, independencia y calidad de vida. La pérdida auditiva puede hacer que las personas se alejen de las actividades sociales porque tienen dificultades para entender las conversaciones. Los datos de un estudio demuestran que la pérdida auditiva puede provocar aislamiento social y también puede estar asociada a una mayor incidencia de depresión [1].

 

La pérdida auditiva cuesta energía

La relación entre la pérdida auditiva y el deterioro cognitivo se ha convertido en objeto de creciente atención científica en los últimos años. Los estudios demuestran que la pérdida auditiva no tratada está asociada a un mayor riesgo de desarrollar demencia, [2-4] pero el mecanismo subyacente aún no está claro. Entre otras cosas, se sospecha que el deterioro del procesamiento de la información auditiva tiene un efecto negativo en la función cerebral. Las personas con problemas de audición tienen que concentrarse mucho para entender el habla en situaciones auditivas difíciles. Esto les deja menos energía para comprender el significado de una frase, por ejemplo, o para recordar lo que se ha dicho [5]. Además, la pérdida auditiva que se manifiesta como un trastorno auditivo central suele considerarse un marcador precoz de demencia [6].

 

Factor de riesgo influenciable

Los conocimientos actuales sugieren que el tratamiento de la pérdida auditiva puede mitigar las desventajas cognitivas. Actualmente se considera que la pérdida auditiva no tratada en la mediana edad es, sin lugar a dudas, el factor de riesgo que más influye en la demencia posterior [4]. Un reciente ensayo controlado y aleatorio de casi 1.000 adultos mayores publicado en Lancet sugiere que el tratamiento adecuado de la pérdida auditiva puede ayudar a ralentizar el deterioro cognitivo a largo plazo en adultos mayores con mayor riesgo de demencia [7]. Sin embargo, los mecanismos subyacentes que relacionan el uso de soluciones auditivas con la reducción del riesgo de demencia siguen sin estar claros [3].

 

Informaciones breves: Pérdida auditiva y comorbilidades. Descúbralo en pocas palabras en el vídeo con Patrick D’Haese, director corporativo de Concienciación y Asuntos Públicos de MED-EL.

 

Por una mayor calidad de vida

Por lo general, la pérdida auditiva puede tratarse hasta una edad avanzada. Si ya no es posible comprender el habla a pesar de una adaptación adecuada de los audífonos, una posible alternativa son los implantes cocleares (IC). No hay límite de edad. Los estudios demuestran que los implantes cocleares influyen positivamente en muchos aspectos de la vida. Permiten una mejor comprensión del habla, más contactos sociales gracias a una mejor capacidad de comunicación, más confianza en uno mismo y una mayor calidad de vida que antes de la implantación [10-14] La mayor comprensión del habla puede demostrarse tras la implantación de un IC no sólo en pruebas auditivas objetivas, sino también en pruebas auditivas subjetivas [11] Por cierto, las pruebas con usuarios de IC demuestran que las personas mayores difícilmente obtienen resultados peores que los jóvenes y se benefician casi por igual del implante coclear.

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Image credit: MICROGEN IMAGES/SCIENCE PHOTO LIBRARY via Getty Images

Referencias:

[1] – Amieva, H., Ouvrard, C., Meillon, C. et al. (2018). Depression, Disability, and Dementia Associated With Self-reported Hearing Problems: A 25-Year Study. J. Gerontol. A. Biol. Sci. Med. Sci. 73, 1383–1389. DOI: 10.1093/gerona/glx250.

[2] – Deal, J. A., Weinreich, H., Yeh, C. et al. (2019). Incident Hearing Loss and Comorbidity: A Longitudinal Administrative Claims Study. JAMA Otolaryngol. Neck Surg. 145, 36–43. DOI: 10.1001/jamaoto.2018.2876.

[3] – Jiang, F., Mishra, S.R., Shresthaet, N. et al. (2023). Association between hearing aid use and all-cause and cause-specific dementia: an analysis of the UK Biobank cohort. Lancet Public Health 8, e329–e338. DOI: 10.1016/S2468-2667(23)00048-8.

[4] – Livingston, G., Sommerlad, A., Orgeta., V. et al. (2020). Dementia prevention, intervention, and care: 2020 report of the Lancet Commission. The Lancet 396, 413–446. DOI: 10.1016/S0140-6736(17)31363-6.

[5] – Schneider, B. A. (2011). How Age Affects Auditory-Cognitive Interactions in Speech Comprehension. Audiol. Res. 1, e10. DOI: 10.4081/audiores.2011.e10.

[6] – Griffiths, T. D., Meher, L., Sukbinder K., et al. (2020). How Can Hearing Loss Cause Dementia? Neuron 108, 401–412. DOI: 10.1016/j.neuron.2020.08.003.

[7] – Lin, F. R., Pike, J. R., Albert, M. S. et al. (2023). Hearing intervention versus health education control to reduce cognitive decline in older adults with hearing loss in the USA (ACHIEVE): a multicentre, randomised controlled trial. The Lancet. ePub: 17. Juli. DOI: 10.1016/S0140-6736(23)01406-X.

[8] – Cloutier, F., Bussières, R., Ferron, P. & Côté, M. (2014). OCTO ‘Outcomes of cochlear implant for the octogenarians: audiologic and quality-of-life’. Otol. Neurotol. Off. Publ. Am. Otol. Soc. Am. Neurotol. Soc. Eur. Acad. Otol. Neurotol. 35, 22–28. DOI: 10.1097/MAO.0b013e3182a5d113.

[9] – Carlson, M. L., Breen, J. T., Gifford, R. H. et al. (2010). Cochlear implantation in the octogenarian and nonagenarian. Otol. Neurotol. Off. Publ. Am. Otol. Soc. Am. Neurotol. Soc. Eur. Acad. Otol. Neurotol. 31, 1343–1349. DOI: 10.1097/MAO.0b013e3181edb69d.

[10] – Lenarz, T. Muller, L., Czerniejewska-Wolska, H. et al. (2017). Patient-Related Benefits for Adults with Cochlear Implantation: A Multicultural Longitudinal Observational Study. Audiol. Neurootol. 22, 61–73. DOI: 10.1159/000477533.

[11] – Knopke, S., Gräbel, S., Förster-Ruhrmann, U. et al. (2016) Impact of cochlear implantation on quality of life and mental comorbidity in patients aged 80 years. Laryngoscope 126, 2811–2816. DOI: 10.1002/lary.25993.

[12] – Olze, H., Knopke, S., Gräbel, S. & Szczepek, A. J. (2016). Rapid Positive Influence of Cochlear Implantation on the Quality of Life in Adults 70 Years and Older. Audiol. Neurootol. 21 Suppl 1, 43–47. DOI: 10.1159/000448354.

[13] – Choi, J. S., Li, L., Blake, C. R. et al. (2016). Association of Using Hearing Aids or Cochlear Implants With Changes in Depressive Symptoms in Older Adults. JAMA Otolaryngol. Head Neck Surg. 142, 652657. DOI: 10.1001/jamaoto.2016.0700.

[14] – Wong, D. J. Y., Moran, M. & O’Leary, S. J. (2016). Outcomes After Cochlear Implantation in the Very Elderly. Otol. Neurotol. 37, 46–51. DOI: 10.1097/MAO.0000000000000920.

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